Renunció Miguel Galuccio, CEO de YPF

El CEO de YPF, Miguel Galuccio , presentó su renuncia tras la estatización del 51% de las acciones que tenía la española Repsol. Para que la decisión de Galuccio quede firme de acuerdo con el estatuto de la empresa, el directorio y, en particular, la asamblea de accionistas debería convalidar su decisión.


Si bien se supo que intentó hasta último momento continuar en la conducción de YPF (cultivó una relación cercana con Mauricio Macri cuando era jefe del gobierno porteño), el vínculo se enfrió en la última etapa del año pasado.


El bando denominado "eficientista", que entre otros encabeza Gustavo Lopetegui -ex jefe de la aerolínea LAN- evaluaba sostenerlo. Del otro lado estaba el ministro de Energía Juan José Aranguren. El ex presidente de Shell sostiene desde hace tiempo que, si fuese por su criterio, Galuccio debería abandonar la compañía.

La semana pasada, también, recrudecieron las discusiones en torno a su continuidad. En una reunión con legisladores de Cambiemos en el Congreso, Aranguren sostuvo que YPF estaba sobreendeudada.

Desde la estatización, YPF elevó el endeudamiento desde unos US$ 2000 millones hasta los US$ 7000 millones, según números estimados. Debe afrontar intereses por US$ 800 millones anuales, si bien descuenta una parte importante por impuestos.

Galuccio llegó a la Argentina en 2012 para conducir la nueva etapa estatal de la petrolera. Para eso dejó un trabajo muy redituable en Schlumberger, una de las mayores empresas de servicios petroleros del planeta. Entre sus mayores logros está el incremento sustancial de la producción de hidrocarburos de la empresa, hasta un punto que logró revertir la caída sostenida en los niveles de extracción que mostraban hasta ese momento tanto YPF como el país. Sus críticos insistirán en otro punto: la petrolera estatal fue la mayor beneficiada con subsidios a la actividad, en especial a la extracción de gas.

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